El Capitán Beto es un ser pensante. Toda su filosofía se desarrolla y despliega desde la reflexión. Pocas veces se lo ve improvisar y a menudo se lo observa actuar a conciencia.
Sin embargo, a pesar de ésta coherente línea de pensamiento, es común que se deje guiar por sus instintos. Poseedor de un olfato poco habitual, tiene la virtud de predecir situaciones y anticipar hechos. No sabe ni puede dar explicaciones al respecto, pero es infalible en sus premoniciones.
La vida lo castigó injustamente en más de un oportunidad. Pero esas desgracias no le significaron impedimento alguno. Jamás se dio por vencido y siempre siguió adelante. Él está dispuesto a todo y de inmediato!. Es un trabajador incansable y saca fuerzas desde donde no las tiene. El amor propio, el orgullo, y la capacidad de mantenerse leal y de ser fiel a sí mismo, quizás sean las claves de su éxito.
Los grises no están incluidos en su mundo: o blanco o negro. Por cierto, ese extremismo puede generar tensiones y, a veces, hasta tornarse insoportable. Pero en general, es mucho más lo que se gana en una situación así, que lo que se pierde.
Si bien no es difícil andar discutiendo con el Capitán -por el contrario, es moneda corriente-, tampoco lo es ser convencido y persuadido por sus posturas. Él es un “generador de cambios” por naturaleza. Nadie que choque con sus palabras se mantendrá igual. El paso siguiente será un cambio profundo. El Capitán capta todas las señales y pensamientos en el acto y, por ende, es capaz de entender realmente a las personas y de saber que es lo que necesitan.
En la genética de la Sabiduría Tinogasta están grabados sus rasgos. Se entiende pues, al fin y al cabo, el Capitán Beto nació y pasó su niñez en la mística calle que da nombre a este blog.
Por todo esto y por mucho más, me resulta imposible no guardarle un inmenso afecto e incluso establecer una devoción para con el sabio, el experimentado, el paciente, el guerrero invencible, y el loco de mierda de mi viejo. En este momento, me daría por satisfecho si es que logré expresar solamente un poquito del cariño que le tengo.-
Sin embargo, a pesar de ésta coherente línea de pensamiento, es común que se deje guiar por sus instintos. Poseedor de un olfato poco habitual, tiene la virtud de predecir situaciones y anticipar hechos. No sabe ni puede dar explicaciones al respecto, pero es infalible en sus premoniciones.
La vida lo castigó injustamente en más de un oportunidad. Pero esas desgracias no le significaron impedimento alguno. Jamás se dio por vencido y siempre siguió adelante. Él está dispuesto a todo y de inmediato!. Es un trabajador incansable y saca fuerzas desde donde no las tiene. El amor propio, el orgullo, y la capacidad de mantenerse leal y de ser fiel a sí mismo, quizás sean las claves de su éxito.
Los grises no están incluidos en su mundo: o blanco o negro. Por cierto, ese extremismo puede generar tensiones y, a veces, hasta tornarse insoportable. Pero en general, es mucho más lo que se gana en una situación así, que lo que se pierde.
Si bien no es difícil andar discutiendo con el Capitán -por el contrario, es moneda corriente-, tampoco lo es ser convencido y persuadido por sus posturas. Él es un “generador de cambios” por naturaleza. Nadie que choque con sus palabras se mantendrá igual. El paso siguiente será un cambio profundo. El Capitán capta todas las señales y pensamientos en el acto y, por ende, es capaz de entender realmente a las personas y de saber que es lo que necesitan.
En la genética de la Sabiduría Tinogasta están grabados sus rasgos. Se entiende pues, al fin y al cabo, el Capitán Beto nació y pasó su niñez en la mística calle que da nombre a este blog.
Por todo esto y por mucho más, me resulta imposible no guardarle un inmenso afecto e incluso establecer una devoción para con el sabio, el experimentado, el paciente, el guerrero invencible, y el loco de mierda de mi viejo. En este momento, me daría por satisfecho si es que logré expresar solamente un poquito del cariño que le tengo.-
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